Efectos combinados de omega-3 y ejercicio sobre la salud cardiometabólica

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El ejercicio físico se reconoce como una de las estrategias más eficaces para mejorar la salud y prevenir enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión e inflamación crónica. Las recomendaciones actuales promueven tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza, ya que ambos generan adaptaciones fisiológicas beneficiosas. Entre estas adaptaciones se encuentran la mejora del perfil lipídico, la reducción de la resistencia a la insulina, la regulación de la inflamación y una mejor composición corporal, lo que impacta positivamente en la salud cardiometabólica.

Por otro lado, los ácidos grasos omega-3 (n-3 PUFA), que incluyen el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido alfa-linolénico (ALA), han demostrado ser efectivos en la modulación de varios factores de riesgo metabólico y cardiovascular. Estudios previos han indicado que estos ácidos grasos pueden mejorar el perfil lipídico, disminuir la presión arterial y reducir la inflamación sistémica. Además, algunos trabajos sugieren que los n-3 PUFA podrían jugar un papel importante en la prevención y tratamiento de la sarcopenia, al favorecer la síntesis proteica muscular y reducir el catabolismo.

Dada la evidencia acumulada sobre los beneficios del ejercicio físico y los n-3 PUFA de manera independiente, surge la hipótesis de que su combinación podría generar efectos sinérgicos en la mejora de la composición corporal y la salud cardiometabólica. No obstante, hasta la fecha, los estudios que han evaluado esta combinación han mostrado resultados inconsistentes. Algunos sugieren mejoras significativas en la composición corporal y la reducción de la inflamación, mientras que otros no han encontrado diferencias sustanciales entre el ejercicio solo y la combinación con omega-3.

En este contexto, el presente metaanálisis busca esclarecer esta cuestión analizando los resultados de múltiples estudios previos. Los autores plantean la hipótesis de que la suplementación con omega-3 potenciará los efectos del ejercicio físico, mejorando la reducción de la grasa corporal, el perfil lipídico, la presión arterial y los marcadores inflamatorios, en comparación con el ejercicio por sí solo.

Los resultados del metaanálisis indican que la suplementación con omega-3 junto con el ejercicio disminuye significativamente la grasa corporal, los triglicéridos (TG), la presión arterial sistólica y diastólica, y los niveles del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Además, se observó un aumento de la fuerza muscular del tren inferior en comparación con el ejercicio sin suplementación. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en el peso corporal, el IMC, la masa magra, el colesterol total, el colesterol HDL, la glucosa en ayunas ni la insulina.

Estos hallazgos sugieren que, si bien el omega-3 puede potenciar algunos efectos del ejercicio, su impacto general sobre la composición corporal y la salud cardiometabólica es modesto. A continuación, se discuten los hallazgos en mayor detalle.

Uno de los principales resultados fue la reducción de la masa grasa con la combinación de omega-3 y ejercicio en comparación con el ejercicio solo. Este hallazgo concuerda con estudios previos que sugieren que los n-3 PUFA pueden aumentar la oxidación de grasas y mejorar la sensibilidad a la insulina, favoreciendo la pérdida de grasa corporal. Sin embargo, no se observaron efectos adicionales sobre la masa magra ni sobre el peso corporal total, lo que indica que el omega-3 no mejora de forma significativa la ganancia de músculo inducida por el ejercicio.

Estos resultados van en contra de algunas investigaciones que han propuesto que los n-3 PUFA pueden favorecer la síntesis proteica y mejorar la función muscular. Una posible explicación es que el tipo de ejercicio y las dosis de omega-3 variaron entre los estudios incluidos, lo que podría haber influido en la respuesta observada.

El análisis mostró que la combinación de ejercicio y omega-3 redujo los triglicéridos en comparación con el ejercicio solo, un hallazgo consistente con la literatura previa. Sin embargo, también se observó un aumento del colesterol LDL, lo que sugiere que los efectos del omega-3 en el metabolismo lipídico pueden ser más complejos de lo que se pensaba. Es posible que los n-3 PUFA aumenten la conversión de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) a LDL, lo que explicaría este aumento.

Por otro lado, no se encontraron efectos significativos en el colesterol total ni en el HDL. Esto indica que, aunque los n-3 PUFA pueden mejorar ciertos aspectos del perfil lipídico, su impacto en el colesterol en general puede depender de factores como la dosis, la duración de la intervención y la salud metabólica del individuo.

Otro hallazgo relevante fue la reducción de la presión arterial sistólica y diastólica en el grupo que combinó ejercicio con omega-3. Esta reducción, aunque modesta, puede tener implicaciones clínicas importantes, ya que incluso pequeños descensos en la presión arterial pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los mecanismos detrás de este efecto incluyen la mejora de la función endotelial, el aumento de la producción de óxido nítrico y la reducción del estrés oxidativo e inflamación. Esto refuerza la idea de que los n-3 PUFA pueden ser útiles como una estrategia complementaria al ejercicio para la prevención de la hipertensión.

El estudio encontró que la combinación de omega-3 y ejercicio redujo los niveles de TNF-α, un marcador clave de inflamación crónica asociado con enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Sin embargo, no se observaron efectos significativos sobre la interleucina-6 (IL-6), otro marcador inflamatorio importante.

Esto sugiere que los n-3 PUFA pueden modular ciertas vías inflamatorias, pero no todas. Se ha propuesto que estos ácidos grasos pueden actuar desplazando el ácido araquidónico en las membranas celulares, inhibiendo la producción de eicosanoides proinflamatorios y regulando la expresión de genes inflamatorios.

Finalmente, se encontró que la suplementación con omega-3 mejoró la fuerza del tren inferior, pero no tuvo efectos significativos en la fuerza del tren superior ni en la fuerza de agarre. Esto podría explicarse por una mayor sensibilidad de los músculos del tren inferior a los efectos anabólicos de los n-3 PUFA. Sin embargo, la falta de efectos sobre la masa muscular sugiere que la mejora en la fuerza no está relacionada con un aumento en la hipertrofia, sino posiblemente con otros mecanismos, como mejoras en la activación neuromuscular.

Conclusión

Los hallazgos de este metaanálisis indican que la combinación de ejercicio y suplementación con n-3 PUFA tiene modestos beneficios adicionales en comparación con el ejercicio solo, especialmente en la reducción de grasa corporal, triglicéridos, presión arterial y TNF-α, así como en la mejora de la fuerza muscular del tren inferior. Sin embargo, no se encontraron efectos significativos en la masa muscular, el peso corporal, la glucosa o el colesterol HDL.

Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/01/The-combined-effects-of-omega-3-polyunsaturated-fatty-acid-supplementation-and.pdf

Referencia completa:

Khalafi M, Habibi Maleki A, Symonds ME, Rosenkranz SK, Ehsanifar M, Mohammadi Dinani S. The combined effects of omega-3 polyunsaturated fatty acid supplementation and exercise training on body composition and cardiometabolic health in adults: A systematic review and meta-analysis. Clin Nutr ESPEN. 2025 Jan 21;66:151-159. doi: 10.1016/j.clnesp.2025.01.022.

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