El aumento constante en la incidencia del cáncer sigue siendo un problema de salud pública a nivel mundial. A pesar de los avances en diagnóstico temprano y tratamiento, muchos pacientes siguen enfrentando complicaciones severas durante y después de sus tratamientos. Una de las más comunes y debilitantes es la neuropatía periférica inducida por quimioterapia (CIPN).
La CIPN es una afectación neurológica causada por agentes quimioterápicos neurotóxicos como taxanos, derivados del platino, alcaloides de la vinca, inhibidores del proteasoma y anticuerpos monoclonales modernos. Esta condición se caracteriza por una combinación de síntomas sensitivos, motores y autonómicos, como entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad, predominantemente en extremidades distales. El dolor asociado a la CIPN puede ser intenso, persistente y muy difícil de tratar. En muchos casos, puede obligar a reducir la dosis o incluso suspender la quimioterapia, afectando el pronóstico oncológico.
La evaluación de la CIPN es fundamental, pero existen pocas herramientas farmacológicas efectivas. De hecho, la duloxetina es el único fármaco con evidencia moderada para su tratamiento según las guías actualizadas de la American Society of Clinical Oncology (ASCO). Esta falta de tratamientos eficaces ha motivado la investigación de estrategias no farmacológicas como la suplementación nutricional, la medicina integrativa y, especialmente, el ejercicio físico.
Varios estudios recientes han destacado el potencial del ejercicio como intervención no farmacológica para manejar los síntomas de la CIPN. Se ha demostrado que el ejercicio puede mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y el bienestar físico y mental. Así, la actividad física se presenta como una alternativa prometedora, ofreciendo esperanza a los pacientes oncológicos que sufren los efectos incapacitantes de la neuropatía inducida por quimioterapia.
El ejercicio también cobra relevancia como parte del cuidado integral y centrado en la persona. Integrar programas estructurados de ejercicio puede contribuir directamente a la gestión de la CIPN, potenciando la calidad de vida y la funcionalidad del paciente.
Sin embargo, hasta ahora, no existía una revisión sistemática reciente que resumiera de manera crítica los efectos del ejercicio físico sobre la CIPN. Esta revisión y metaanálisis buscan llenar ese vacío, sintetizando la evidencia actual procedente de ensayos clínicos aleatorizados y evaluando no solo los resultados, sino también la calidad metodológica de los estudios.
Los hallazgos de esta revisión sistemática y metaanálisis revelan resultados prometedores respecto al impacto del ejercicio físico en la CIPN. Aunque hubo variabilidad en los instrumentos utilizados para evaluar los resultados, se identificaron mejoras significativas en síntomas neuropáticos, dolor, funcionalidad física, equilibrio, fuerza y calidad de vida.
Los estudios incluidos aplicaron diferentes tipos de intervención: aeróbicos como caminatas rápidas, programas combinados de fuerza y equilibrio, e incluso yoga. Estos programas variaron en intensidad y duración, siendo mayoritariamente de intensidad moderada y con frecuencias desde diarias hasta dos veces por semana. La adherencia fue alta en la mayoría de los ensayos, superando el 70 %, lo cual sugiere que estas intervenciones son bien aceptadas por los pacientes.
En cuanto a los síntomas neuropáticos, el uso repetido de la escala FACT/GOG-Ntx en cinco estudios permitió realizar un metaanálisis. Este mostró un efecto positivo moderado del ejercicio sobre los síntomas de CIPN, con una diferencia de medias estandarizada de 0.50 y una baja heterogeneidad (I² = 2%). Esto indica que los beneficios del ejercicio son consistentes entre diferentes estudios y poblaciones, fortaleciendo la solidez de la evidencia.
Además, estudios como los de Cao et al. (2023), Kanzawa-Lee et al. (2022) y Kleckner et al. (2018) destacaron el valor de caminatas estructuradas (con o sin supervisión) para mejorar la sintomatología de CIPN. Otras investigaciones, como las de Dhawan et al. (2020) o Zimmer et al. (2018), implementaron entrenamientos combinados de fuerza y equilibrio, fundamentales para mejorar la funcionalidad y prevenir caídas, especialmente en personas mayores con cáncer.
El estudio de Bao et al. (2020) exploró el yoga como una intervención mente-cuerpo, incorporando sesiones presenciales y domiciliarias. Aunque fue el único estudio centrado en esta práctica, mostró beneficios tanto físicos como psicológicos.
Estos enfoques integrativos resaltan la importancia de diseñar programas personalizados que atiendan las múltiples dimensiones de la CIPN. La diversidad de intervenciones evaluadas refleja que no existe un único modelo efectivo, pero sí evidencia suficiente para apoyar el ejercicio como una estrategia segura y beneficiosa.
Es particularmente relevante que los eventos adversos relacionados con el ejercicio fueron escasos y leves, lo que confirma la seguridad de estas intervenciones incluso en pacientes sometidos a quimioterapia.
No obstante, existen algunas limitaciones. La diversidad de protocolos de ejercicio y herramientas de evaluación, junto con el predominio de estudios sobre cáncer de mama, limita la generalización de los resultados.
Conclusión
Esta revisión y metaanálisis aportan evidencia sólida sobre la eficacia del ejercicio físico para mejorar los síntomas de la neuropatía periférica inducida por quimioterapia. Las intervenciones analizadas son seguras, viables y bien aceptadas por los pacientes, lo que respalda su integración en los planes de tratamiento oncológico.
El ejercicio, especialmente en combinación de modalidades (aeróbico, fuerza y equilibrio), puede representar una estrategia no farmacológica de alto impacto clínico para abordar uno de los efectos adversos más complejos del tratamiento del cáncer.
Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/04/Effects-of-Physical-Exercise-on-Chemotherapy.pdf
Referencia completa:
Amarelo A, da Mota MCC, Amarelo BLP, Ferreira MC, Fernandes CS. Effects of Physical Exercise on Chemotherapy-Induced Peripheral Neuropathy: A Systematic Review and Meta-Analysis. Pain Manag Nurs. 2025 Apr;26(2):212-221. doi: 10.1016/j.pmn.2024.12.011..