Para prescribir cargas de entrenamiento con el objetivo de mejorar el rendimiento, se debe conocer cómo está respondiendo un atleta a la carga. El máximo aumento de la frecuencia cardíaca (rHRI) durante la transición del reposo al ejercicio está relacionada linealmente con los cambios en el rendimiento del ejercicio de resistencia aeróbica y puede usarse para inferir cómo los atletas están respondiendo a los cambios en la carga de entrenamiento. No se han evaluado las relaciones entre el rHRI y el rendimiento del ejercicio anaeróbico.
Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (d’Unienville y col, 2021; Int J Sports Physiol Perform 11-ago; doi: 10.1123/ijspp.2021-0060) cuyo objetivo fue evaluar las relaciones entre el rHRI y el rendimiento del ejercicio anaeróbico.
Participaron dieciocho atletas aficionados de fuerza y potencia (13 hombres y 5 mujeres) que fueron evaluados en un cicloergómetro para rHRI, producción de potencia máxima de 6 segundos, capacidad anaeróbica (potencia promedio de 30 s) y concentración de lactato en sangre antes de (PRE). y 1 (POST1) y 3 (POST3) horas después de un ciclo de intervalos de alta intensidad fatigante.
Los resultados mostraron que, en comparación con PRE, rHRI fue más lento en POST1 (tamaño del efecto [ES] = -0,38, P = .045) pero no POST3 (ES = -0,36, P = .11). La PPO no se modificó en POST1 (ES = -0.12, P = .19) pero se redujo en POST3 (ES = -0.52, P = .01). La capacidad anaeróbica se redujo en POST1 (ES = -1.24, P <.001) y POST3 (ES = -0.83, P <.001), y la concentración de lactato en sangre se incrementó en POST1 (ES = 1.73, P <.001) pero no en POST3 (ES = 0,75, P = .11). El rHRI se relacionó positivamente con la PPO (B = 0.19, P = .03) y la capacidad anaeróbica (B = 0.14, P = .005) e inversamente relacionada con la concentración de lactato en sangre (B = -0.22, P = .04).
Los autores concluyeron que el máximo aumento de la frecuencia cardiaca del reposo al ejercicio está relacionado linealmente con cambios agudos en el rendimiento del ejercicio anaeróbico y puede indicar cómo los atletas están respondiendo al entrenamiento para guiar la aplicación de cargas de entrenamiento.
El sistema nervioso autónomo es clave en la respuesta al ejercicio, activando procesos metabólicos y propiciando la respuesta de los grandes sistemas para hacer frente a las demandas musculares esencialmente. El entrenamiento físico, considerado como un estrés fisiológico que pone a prueba nuestra capacidad de adaptación, puede llevar a estados de fatiga transitoria en los deportistas. Ser capaces de valorar esos estados de fatiga es clave para planificar las cargas de trabajo en el entrenamiento. Pues bien, el enlentecimiento en la respuesta de la frecuencia cardiaca al ejercicio, es uno de los indicadores más precoces de fatiga en el deportista, y debería formar parte de las valoraciones rutinarias de los entrenadores.