El fútbol de élite es una disciplina que exige una combinación compleja de cualidades físicas, donde destacan dos particularmente relevantes: la condición aeróbica y la capacidad de realizar sprints repetidos (RSA). Durante un partido, los futbolistas recorren entre 10 y 12 km, realizando numerosas carreras cortas a alta velocidad, intercaladas con periodos de recuperación de duración e intensidad variables. Aunque gran parte del esfuerzo se realiza a intensidades bajas o moderadas, el metabolismo aeróbico sostiene entre el 70-80% del consumo de oxígeno durante el juego, con frecuencias cardíacas que oscilan entre el 80 y el 90% de la máxima. Paralelamente, los sprints de alta intensidad (1-6 segundos) son frecuentes, lo cual requiere una rápida capacidad de recuperación.
Tanto la condición aeróbica como la RSA se relacionan con el rendimiento y la prevención de lesiones. Una mayor capacidad aeróbica se asocia con menor riesgo de lesión y mejor mantenimiento del rendimiento técnico bajo fatiga. Además, estas capacidades permiten distinguir entre niveles competitivos (profesional vs. amateur), sexos y posiciones en el campo. Por ejemplo, los centrocampistas tienden a tener valores de VO₂max más elevados que los defensas o delanteros.
La RSA, entendida como la habilidad para repetir esfuerzos de sprint con mínima pérdida de rendimiento, también discrimina entre niveles y posiciones. Sin embargo, las investigaciones han mostrado correlaciones solo moderadas entre la capacidad aeróbica y la RSA, lo cual sugiere que deben ser evaluadas por separado.
La evaluación de estas cualidades presenta un desafío debido a la gran diversidad de protocolos existentes. En el caso de la condición aeróbica, el VO₂max es considerado el “gold standard” y se suele evaluar mediante pruebas incrementales en laboratorio. Sin embargo, se ha reconocido que existen otros indicadores relevantes como el umbral de lactato, el umbral ventilatorio y la economía de carrera. Además, las pruebas de laboratorio no siempre reflejan las demandas intermitentes del fútbol, lo que ha impulsado el uso de pruebas de campo por su especificidad, facilidad de aplicación y bajo coste.
Para la RSA, los protocolos varían ampliamente en número de repeticiones, distancia de los sprints, tipo de recuperación (activa o pasiva), dirección de carrera (lineal vs. con cambios) y duración del descanso. Las variables más comúnmente reportadas incluyen el mejor tiempo de sprint (RSAbest), tiempo promedio (RSAmean), tiempo total (RSAtotal) y el índice de fatiga.
Pese a su importancia, faltaba una revisión sistemática que identificara y analizara los protocolos de evaluación de estas capacidades en futbolistas masculinos de élite, sus valores normativos y su fiabilidad. Este trabajo se propuso llenar ese vacío.
Objetivos del estudio
- Identificar los tests y variables más utilizados para evaluar la condición aeróbica y la RSA en futbolistas varones de élite.
- Proporcionar valores normativos de las pruebas más comunes según el nivel competitivo.
- Informar sobre la fiabilidad de estas pruebas.
Se realizó una revisión sistemática según las directrices PRISMA en bases de datos académicas (MEDLINE, CINAHL, SPORTDiscus, Web of Science y OVID) hasta agosto de 2023. Se incluyeron estudios originales, en inglés, sobre futbolistas mayores de 17 años, clasificados como “élite”, “internacional” o “profesional”.
De un total de 3427 artículos iniciales, 131 fueron incluidos tras un riguroso proceso de selección. De estos, 63 proporcionaban valores normativos y 19 datos de fiabilidad.
Resultados principales
- Evaluación de la condición aeróbica:
- Se identificaron 35 tests diferentes, 74% de campo y 26% de laboratorio.
- El más común fue la prueba incremental en cinta rodante hasta el agotamiento, utilizada en el 45% de los estudios. El VO₂max (mL/kg/min) fue la variable más reportada.
- Otros tests frecuentes fueron el Yo-Yo Intermittent Recovery Test Nivel 1 (YYIR1) y Nivel 2 (YYIR2).
- Las distancias recorridas en estos tests fueron las variables más frecuentes.
- Evaluación de la RSA:
- Se hallaron 18 pruebas distintas, con gran variabilidad en el diseño.
- La más utilizada fue el protocolo de 6 × 40 m con cambio de dirección de 180° y recuperación pasiva de 20 s, presente en el 29% de los estudios.
- Las variables más reportadas fueron RSAbest, RSAmean y el porcentaje de decremento del rendimiento.
- Valores normativos:
- VO₂max medio en profesionales: 58 mL/kg/min.
- Distancias en YYIR1: de 1348 a 2520 m (profesionales) y de 2054 a 3150 m (juveniles de élite).
- Distancias en YYIR2: de 613 a 1300 m (profesionales) y de 815 a 1147 m (juveniles).
- Para la RSA, el tiempo RSAbest osciló entre 6.86 y 7.40 s en profesionales.
- Fiabilidad de los tests:
- Pocos estudios reportaron métricas de fiabilidad.
- El test YYIR2 fue el más documentado (ICC 0.96; CV 4.2–9.6%).
- El índice de decremento mostró baja fiabilidad (ICC 0.17; CV 30.2%).
Discusión
- Prevalencia del uso de pruebas aeróbicas frente a RSA
Una de las primeras observaciones es el mayor número de estudios que evalúan la condición aeróbica (124) en comparación con los que evalúan RSA (27). Esta diferencia puede deberse a que el interés por la RSA es más reciente, con un retraso de dos décadas respecto a los primeros estudios sobre condición aeróbica.
La mayor atención hacia la condición aeróbica también se alinea con encuestas previas realizadas a preparadores físicos de fútbol de élite, quienes consideran la capacidad aeróbica como un componente fundamental del rendimiento, tanto por su influencia en la recuperación como en el mantenimiento de esfuerzos a lo largo del partido.
- Diversidad metodológica en la evaluación de la condición aeróbica
Se identificaron 35 protocolos distintos para medir la capacidad aeróbica. La prueba incremental en cinta rodante hasta el agotamiento fue la más empleada, lo cual refleja su estatus como estándar de oro en entornos de laboratorio. Sin embargo, su utilidad práctica en fútbol es cuestionada por varias razones:
- Falta de especificidad: No reproduce las demandas intermitentes del juego.
- Requiere equipamiento especializado, tiempo y personal entrenado.
- Poca aplicabilidad a grupos grandes de jugadores.
A pesar de estas limitaciones, el VO₂max sigue siendo el principal resultado utilizado. No obstante, los autores señalan que no siempre discrimina adecuadamente el nivel competitivo, lo que ha impulsado el uso de variables complementarias como:
- La velocidad al VO₂max (vVO₂max).
- La concentración de lactato.
- El umbral de lactato y ventilatorio.
- La economía de carrera.
Estas variables permiten una visión más matizada del perfil aeróbico, facilitando una prescripción más ajustada del entrenamiento.
- Preferencia creciente por pruebas de campo y submáximas
Un hallazgo importante fue el uso mayoritario de pruebas de campo (74%) frente a las de laboratorio (26%), dada su mayor accesibilidad, bajo coste, facilidad de aplicación y especificidad para el fútbol. Destacan los tests como:
- Yo-Yo Intermittent Recovery Test (YYIR1 y YYIR2).
- 30–15 Intermittent Fitness Test, que ofrece mayor sensibilidad a cambios del entrenamiento y es menos invasivo.
Además, se observa una tendencia creciente hacia el uso de pruebas submáximas, como alternativas eficaces para monitorear adaptaciones sin interrumpir el proceso de entrenamiento ni inducir fatiga excesiva. Estas pruebas, además, presentan buena relación con indicadores de rendimiento.
- Limitaciones y controversias en las pruebas de RSA
El número de protocolos de RSA identificados (18) refleja una gran variabilidad metodológica, lo que plantea problemas de estandarización y validez. Las diferencias entre protocolos incluyen:
- Número de repeticiones (de 6 a 15).
- Distancias (de 20 a 40 m).
- Tipo de recuperación (activa vs. pasiva).
- Dirección del sprint (lineal vs. con cambios de dirección).
La prueba más utilizada fue el 6 × 40 m con cambio de dirección de 180° y 20 s de recuperación pasiva, pero incluso esta presenta variantes en las mediciones.
Una de las principales críticas es que muchos tests de RSA no reflejan las demandas reales del juego, donde los sprints rara vez se repiten en secuencias regulares y con descansos controlados. Esto compromete la validez ecológica y funcional de los resultados.
Asimismo, la fiabilidad de algunas variables clave, como el índice de decremento del rendimiento, es muy baja, lo que dificulta su uso en contextos de alto rendimiento.
- Necesidad de valores normativos y fiabilidad
Los autores subrayan la importancia de contar con valores normativos estratificados por nivel competitivo y edad, para contextualizar el rendimiento físico de un jugador frente a estándares de élite. Esto permite:
- Evaluar progresos en el desarrollo físico.
- Comparar entre posiciones o equipos.
- Ajustar individualmente los entrenamientos.
Por otro lado, la falta de estudios de fiabilidad robustos es una limitación importante. De los 131 estudios analizados, solo 19 incluyeron datos de fiabilidad, y pocos utilizaron métricas consistentes (como ICC, CV, SEM). Esto restringe la confianza en la estabilidad de los resultados de muchas pruebas, especialmente en RSA.
- Implicaciones prácticas para el entrenamiento y la evaluación
El análisis llevado a cabo permite a entrenadores y profesionales de las ciencias del deporte:
- Seleccionar pruebas específicas según los recursos disponibles, el objetivo de la evaluación y el momento de la temporada.
- Priorizar el uso de pruebas validadas y con buena fiabilidad.
- Complementar la evaluación de VO₂max con otras variables que reflejen mejor las demandas del fútbol.
- Considerar el uso de pruebas submáximas para un monitoreo más continuo y menos invasivo.
- Futuras líneas de investigación
La revisión propone varias líneas prioritarias para la investigación futura:
- Establecer un protocolo estandarizado para las pruebas de condición aeróbica y RSA, tanto en laboratorio como en campo.
- Desarrollar un marco de clasificación de jugadores más preciso, para distinguir entre “élite”, “profesional”, “internacional” y “sub-élite”.
- Investigar más profundamente la fiabilidad y sensibilidad de las pruebas, especialmente en cohortes homogéneas de futbolistas de élite.
- Diseñar tests que simulen mejor las demandas específicas del juego real, para aumentar la validez ecológica.
En resumen, esta revisión sistemática destaca tanto la riqueza como la dispersión metodológica en las pruebas utilizadas para evaluar la condición aeróbica y la RSA en el fútbol de élite. Si bien existen protocolos ampliamente aceptados, la falta de estandarización y fiabilidad en algunas pruebas limita su utilidad práctica. La transición hacia pruebas más específicas, menos invasivas y basadas en datos normativos sólidos parece ser el camino más prometedor para avanzar en la optimización del rendimiento físico en fútbol.
Acceso libre al artículo original en: http://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/04/Assessment-of-Aerobic-Fitness-and-Repeated-Sprint-Ability-in-Elite-Male-Soccer.pdf
Referencia completa:
Asimakidis ND, Bishop C, Beato M, Turner AN. Assessment of Aerobic Fitness and Repeated Sprint Ability in Elite Male Soccer: A Systematic Review of Test Protocols Used in Practice and Research. Sports Med. 2025 Apr 12. doi: 10.1007/s40279-025-02188-4.